Originalmente publicada en El Clarín
Hace varios años que la comunidad internacional,
principalmente Estados Unidos, Israel y sus aliados, acusan Irán de querer
construir armas nucleares. Acusan además que esas armas tendrían como fin la
destrucción de Israel. Esas afirmaciones que son repetidas por la gran mayoría
de los medias no parecen basarse en ninguna evidencia sino en intereses
geopolíticos. Irán puede ser acusado de muchas cosas, como el nivel de
represión y de censura hacia la oposición, pero eso no justifica acusar ese
país de representar una amenaza nuclear para la región y el mundo.
El primer elemento que debemos tomar en cuenta es el
interés real de Irán en construir armas nucleares. Irán es uno de los países
que ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear. Ese Tratado consiste,
para los países que no poseen el arma nuclear, en la prohibición de construir
armamento nuclear pero al mismo tiempo permite el uso civil de la energía
nuclear, por ejemplo para generar energía o para usos médicos. Esos han sido,
hasta ahora, los tipos de usos que Irán ha desarrollado en su programa nuclear.
Es sabido que Irán tiene uranio enriquecido en un 20% pero no representa ninguna
amenaza para el resto del mundo ya que un arma nuclear necesita uranio
enriquecido en un 90%.
Al haber firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear,
Irán se ha comprometido a recibir la visita regular de agentes de la
Organización Internacional de Energía Nuclear (OIEA) que se aseguran que las
instalaciones nucleares no tienen un uso militar. En esas visitas, los
controladores de la OIEA no han encontrado nunca una prueba que haga pensar que
Irán está intentando desarrollar un arma nuclear. ¿Entonces como podemos
explicar los informes que usan Obama y Netanyahu para demostrar los planes
secretos iraníes? Eso se debe al cambio de director de la OIEA en 2009. El
director actual, el japonés Yukiya Amano, ha permitido el uso de información de
los servicios secretos. Este hecho es crucial ya que el director anterior y
Premio Nobel de la Paz, el egipcio Mohamed el-Baradei, se negaba a usar
información sin fuentes confirmadas. Esa negación se debía a que era justamente
ese tipo de fuentes que habían justificado la invasión en Irak y que resultaron
ser falsas.
Cada cierto tiempo aparece en los diarios que Irán se
niega a que los controladores de la OIEA entren a bases militares acusadas de
esconder el desarrollo de armas nucleares. Lo que olvidan decir esos medios es
que existe el concepto de secreto militar, que prohíbe por ejemplo fotografiar
bases militares. Irán considera por lo tanto que los controladores de la OIEA
no tienen ningún derecho de entrar a sus bases, ya que la información que
podrían extraer de sus visitas podría ser usada para el espionaje militar de
otros países. Además, el otro elemento que no se menciona en esos medios es la dificultad
de esconder una base secreta en la cual se desarrolle armas nucleares. Eso se
debe a una razón bastante simple, la construcción de armas nucleares necesita
una gran cantidad de energía, la cual puede ser detectada a través de algunos
satélites que son capaces de detectar la irradiación generada por esos niveles
de energía.
El segundo elemento que debemos considerar es si Irán
puede o debe ser considerado una amenaza para Oriente Medio, Israel y el resto
del mundo. Situémonos en una situación en la cual las acusaciones
internacionales son reales e Irán posee un par de misiles nucleares. Como lo
señalo el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad en 2011, "Nosotros somos
inteligentes y no vamos a construir dos bombas para enfrentarnos a las 20.000
que ustedes tienen", refiriéndose a Estados Unidos e Israel. Recordemos
que Irán está rodeado por las fuerzas armadas norteamericanas con sus
innumerables bases en países vecinos, como Afganistán, o con los buques de
guerra norteamericanos, como la Quinta Flota instalada en Bahréin.
El argumento a menudo utilizado para tildar Irán de país
agresivo es su supuesto antisemitismo. Hecho bastante paradójico si
consideramos que en Irán se encuentra la colonia judía más grande de Oriente
Medio, fuera de Israel, con cerca de 30 000 judíos que no solamente pueden
practicar libremente su religión sino que incluso tienen representantes
elegidos en el Parlamento iraní. Comunidad judía iraní que ha confirmado en
numerosas ocasiones su apoyo al gobierno iraní. Lo que sí es cierto es que
Ahmadinejad se opone fuertemente al gobierno israelí al cual considera
despótico. Y es por eso que ha declarado en más de una ocasión que las posturas
agresivas del sionismo llevaran a la caída de ese gobierno, de esa facción
entre los judíos. Pero a pesar de lo que muchos creen estar en contra del
sionismo, una visión particular del judaísmo y del rol del pueblo judío en el
mundo y en la historia, no significa estar en contra de los judíos ni de los
israelíes ya que incluso dentro de la comunidad judía existen grupos opuestos
al sionismo.
Ahora consideremos cual es la posición de Israel, que en
más de una ocasión ha anunciado sus planes de invadir Irán o por lo menos
bombardear sus centrales nucleares con las trágicas consecuencias que
significarían para el mundo, como ya ha quedado más que claro con los
“accidentes controlados” de Chernóbil y Fukushima. Debemos recordar que a
diferencia de Irán, Israel no busca tener armas nucleares sino que ya las
posee, se estima que tendría por lo menos unos 400 misiles nucleares. Israel no
solamente posee el arma nuclear sino que nunca ha querido firmar el Tratado de
No Proliferación Nuclear por lo que se otorga el derecho de construir armamento
nuclear y el derecho de usarlo sin restricciones. Israel posee además misiles
balísticos intercontinentales, como los Jericó-3, por lo que podría atacar
blancos a miles de kilómetros, por ejemplo Beijín. Gracias a Alemania, Israel
ha comprado 7 submarinos de clase Dolphin, de los cuales 3 han sido regalados
por Alemania, capaces de lanzar misiles nucleares. Israel ya posee 4 de esos 7
submarinos y está a la espera de que sean entregados los otros en los próximos
años.
A pesar de que Irán no haya atacado otro país en más de
2000 años se le acusa de buscar la destrucción de Israel y de poner en peligro la
paz mundial. Mientras tanto el mundo sigue confiando, a pesar de sus largas
listas de conflictos armados, en países como Estados Unidos e Israel. Debemos entender
que los argumentos utilizados en contra de Irán solo hacen parte de una
propaganda que busca la caída de ese país ya que si realmente se inicia una
guerra no será por esas razones. No porque vayan a tener armas nucleares,
países como Israel, Pakistán o India la poseen y no son cuestionados. Tampoco
por ser una teocracia, ya que Estados Unidos tiene muy buenas relaciones con
países como Arabia Saudita. El gran pecado de Irán es mantener su independencia
y soberanía, particularmente a nivel económico, en una zona clave de la
geopolítica mundial. El control del petróleo y del gas de la región tiene dos
aspectos claves para la defensa de la hegemonía de Estados Unidos. Primero les
permite controlar el aprovisionamiento de sus rivales económicos, sobre todo el
de China pero también de Europa o de India. Por otro lado asegura que las
ventas de petróleo se realicen en dólares y no en otras monedas, como el yen,
el yuan, el euro o el oro, lo que es esencial para mantener el rol del dólar
como moneda de referencia a nivel mundial y proteger una economía
norteamericana al borde del colapso.
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