jueves, 14 de junio de 2012

Hacia un Nuevo Orden Mundial



Vivimos una época en la que los equilibrios geopolíticos están cambiando. En este artículo trataré de presentar los elementos que considero clave para poder entender los nuevos conflictos en el siglo XXI.

De la 2ª Guerra Mundial surgieron dos superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética. Después de Hiroshima y Nagasaki, y una vez que la URSS desarrolló el arma nuclear, el mundo entró en un período extraño donde las superpotencias no podían enfrentarse directamente debido a la doctrina MAD ("Destrucción Mutua Asegurada"). Por eso en la segunda mitad del siglo XX, vimos numerosas guerras, Afganistán, Vietnam, Corea, etc., para extender la influencia de las superpotencia y limitar la de su rival, lo que se conoce como la Guerra Fría.

Pero como todos sabemos la caída del muro, y del bloque soviético, transformó la geopolítica mundial al tener una sola superpotencia, sin contrapeso capaz de limitarla. Muchos supusieron, como Fukuyama, que la Historia había terminado y que habíamos entrado en una nueva era donde el modelo norteamericano se imponía en el planeta sin resistencia importante. El modelo socialista perdió fuerza y se fue imponiendo, en el mundo entero, el sistema neoliberal incluso en los países europeos que manejaban una economía capitalista keynesiana, el Estado Providencia. Hay que aclarar que esos cambios ya habían empezado en los años '70, cuando los países decidieron renunciar al derecho regaliano de acuñar su moneda (en términos simples el derecho del Estado a producir dinero sin interés). Eso fue sin duda uno de los grandes golpes para disminuir el poder del Estado, obligandoló a endeudarse con los bancos privados. 40 años después, vemos que las deudas de los Estados se dispararon para ser hoy insostenibles y que ese sistema no fue capaz tampoco de controlar la inflación, razón principal por la cual se opto por ese nuevo sistema.

En los '90, Estados Unidos demostró una y otra vez su hegemonía mundial. Con la Guerra del Golfo pero más aún con la Guerra de Kosovo donde la OTAN (el brazo armado de Estados Unidos) bombardeo Yugoslavia, un país europeo, sin el acuerdo previo del Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia se mantuvo muy débil durante toda esa década causado por la grave crisis que vivía el país en todos los niveles debido a la desaparición de la Unión Soviética. Solo al final de los '90, con la llegada de Putin al poder como presidente interino después de la renuncia de Yeltsin, frente a la crisis financiera rusa de 1998, Rusia empezó a recuperar su estabilidad y de esta manera su importancia en la política internacional.

Con el inicio del siglo XXI, Estados Unidos seguía apareciendo como la única superpotencia mundial frente a una debilitada Rusia y una China que solo parecía poder ser una amenaza para la hegemonía norteamericana en un futuro lejano. Con esa posición ventajosa, decidieron llevar a cabo 2 guerras contra países débiles pero con un alto nivel de importancia en las relaciones geoestrategicas mundiales.

Primero fue el caso de Afganistán, un país pobre, compuestos por campesinos y tribus musulmanas, ligados a la plantación de amapolas necesarias a la producción de heroína (Afganistán se ha transformado con la intervención norteamericana en el primer productor mundial de heroína, con más del 90% de la producción de esa droga). El poco armamento presente en el país, en manos de los talibanes, era herencia de la guerra contra la URSS es decir que ya era un armamento que tenía más de 10 años. ¿Pero porqué atacar un país tan insignificante como Afganistán? Claramente la razón no es la famosa lucha contra el terrorismo y Al Qaeda (movimiento financiado principalmente por Arabia Saudita el gran aliado de Estados Unidos en Oriente Medio). Los objetivos eran muy diferentes, y responden a la doble función estrategica de ese país:

- A nivel militar: Tiene fronteras con Irán, Pakistan y China, y está cerca de Rusia e India. Por eso a pesar de llevar más de 10 años en ese país, Estados Unidos ya ha firmado un acuerdo con Afganistán para mantener sus bases y sus tropas hasta por lo menos 2024. Con esas bases, Estados Unidos ya despliega drones en territorio pakistani, con las innumerables victimas civiles que esas operaciones significan, y ya ha realizado por lo menos una misión en Irán (el famoso drone RQ-170 que fue capturado por Irán en diciembre del 2011). La presencia de bases norteamericanas les permite por lo tanto pelear las zonas de influencias a las dos superpotencias rivales, Rusia y China, y a otro miembro del BRICS, India.

- A nivel económico: Existen diferentes proyectos de oleoductos y gasoductos que pasan por Afganistán y cada uno de esos trazados representa intereses de países diferentes. Además debemos recordar que Afganistán es el primer productor mundial de opio, producción que ha subido año tras año desde la llegada de las tropas de la OTAN a pesar de una supuesta "Guerra contra las drogas". Otro dato secundario pero no menos importante es el descubrimiento de grandes reservas minerales sobre todo en metales como el litio, tierras raras o niobio, minerales usados para la producción de bienes de alta tecnología. Ya durante la ocupación soviética, los ingenieros militares habían detectado la existencia de varias reservas, lo que fue confirmado en los últimos años por Estados Unidos a través de estudios más minuciosos del país.


En el caso de la guerra en Irak, como ya la gran mayoría de la gente lo sabe, no fue motivada porque Saddam Hussein tenía Armas de Destrucción Masiva (las cuales no poseía), debilitado por la Guerra del Golfo y los diferentes castigos internacionales era un país que no representaba una amenaza real para el mundo occidental (menos tal vez para Israel por ser un país de la región pero cuyo poder militar era claramente superior). De nuevo la guerra fue una excusa para demostrar el poderío militar de la OTAN y su autonomía frente al Consejo de Seguridad de la ONU y en menor medida por el control de los pozos petroleros. Con la caída de Irak, la influencia de Estados Unidos se acrecienta en la región, frente a la influencia iraní.

A diferencia de lo que muchos creen la guerra por el petróleo no busca tanto dominar su producción como controlar su movimiento, su flujo, su distribución en el mundo. La clave no está tanto en los pozos como en los oleoductos. Tener el control de las rutas comerciales del petróleo es estratégicamente de una importancia mayor, ya que por un lado se decide que países se verán beneficiados por el trazado de esas rutas, y quienes se verán perjudicados, pero además entrega al dueño de esas rutas el control de los países consumidores. Más que una guerra por la escasez de petróleo (hipótesis no del todo satisfactoria si tomamos en cuenta la teoría ruso-ucraniana del petróleo abiótico) es una guerra para el control del mercado del petróleo. Si Estados Unidos controla el petróleo que consumen los países europeos, entonces controla Europa. Esas guerras tendrían como objetivo el control económico de Europa por Estados Unidos.

¿Pero porqué Estados Unidos quería atacar Europa? Eso se debe principalmente a los cambios en los equilibrios mundiales. Con el Nixon Shock, es decir con el fin de la paridad del dolar y el oro (acuerdo fundamental de Bretton Woods), Estados Unidos demostró que su economía ya no era el motor productivo de la economía mundial, rol que ya empezaba a ocupar Europa (principalmente Alemania) y Japón. Estados Unidos ya había empezado la transición de productor a consumidor. Al necesitar un mercado en el cual vender sus productos, el resto del mundo decidió aceptar esta nueva situación y financiar la creciente deuda norteamericana (sin saber mucho de economía es fácil probar que cuando uno compra más de lo que vende la deuda del país aumenta y su economía se debilita).

Durante años, el dolar mantuvo un valor desmesurado frente a la producción real de la economía norteamericana y eso principalmente por dos factores. Al estar basado en el dinero fiduciario (dinero basado en la fe), es decir el papel moneda, el valor del dolar se basa en la confianza que tiene en él el mercado, situación que hasta ahora mantiene al dolar en una buena posición, al ser considerado un bien de refugio. Por otro lado, el valor del dolar se mantiene por ser la moneda de referencia en los intercambios económicos a nivel mundial. Eso significa que cuando dos países realizan intercambios, cada país debe primero cambiar su dinero local en dolares para poder realizar esos intercambios. Eso crea dos consecuencias. Primero, los bancos deben tener reservas de dolares, al existir la necesidad de cambiar el dinero en dolares para realizar intercambios en los mercados mundiales. Segundo, los comerciantes nacionales pierden dinero al tener que cambiar su dinero en dolares y volver a dinero local debido a las tazas de cambio. Por eso el euro representa una amenaza al dolar (los países europeos intercambiaban entre ellos en euros). Otras medidas que van debilitando el dolar es el aumento de intercambios en las monedas nacionales entre los países emergentes, entre los BRICS y entre China, Corea del Sur y Japón.

En los últimos años, y particularmente desde la crisis que empezó en 2008, Rusia y China están desafiando la hegemonía norteamericana en todos los ámbitos, políticos, económicos, mediáticos e incluso militar con el uso de su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. El claro debilitamiento de Estados Unidos lleva a Rusia y China, en conjunto con el BRICS, la Organización de Cooperación de Shanghai o la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva, a exigir un mundo multipolar que significaría el fin del Imperio norteamericano.

Cada movimiento que se esté realizando en estos momentos tiene como tela de fondo la lucha por quien impondrá las reglas que determinaran el nuevo orden mundial. La crisis europea y las guerras en Oriente Medio y el mundo islámico son solo algunos de los campos de batalla en los cuales se está desarrollando la Tercera Guerra Mundial, una muy diferente a lo que nuestro imaginario se había preparado.

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