miércoles, 2 de mayo de 2012

¿Y dónde está el piloto?





Desde la Guerra del Golfo, se ha ido imponiendo un nuevo Frente de Guerra.

Después de la tierra, el mar y el aire, el Cuarto Frente, el Frente de la Información de Paul Virilio, ha tomado un rol central en el desarrollo de los conflictos. En un mundo globalizado, donde todo es aquí y ahora gracias a las telecomunicaciones, el control de la Información, de la Imagen, que aparece en las pantallas se vuelve clave para las estrategias militares.

El 4 de diciembre de 2011 ocurrió un hecho fundamental, revolucionario, para entender los cambios a los cuales se están enfrentando los paradigmas de la Guerra. Un drone, avión no tripulado norteamericano, fue capturado en territorio iraní. En un primer momento, Estados Unidos negó tajantemente la información argumentando la imposibilidad de que tal acción fuese realizada por un país con una tecnología militar atrasada. Como dijo un oficial norteamericano a Defense News, sería como “dejar un Ferrari en una cultura con la tecnología del carro de bueyes”. Al no poder negar la realidad por más tiempo, la OTAN declaró que era un avión de reconocimiento, usado en las misiones en Afganistán, del cual se había perdido el contacto y que seguramente había realizado un aterrizaje forzoso.

Finalmente el Pentágono y la OTAN informaron que se trataba de un drone RQ-170 de última generación, que no pertenecía al ejército norteamericano sino que se trataba de un avión espía de la CIA. En la noche del 7 de diciembre se mostró en la televisión iraní imágenes del avión guardado en un hangar en buenas condiciones, descartando las versiones de que hubiese sido derribado por un misil o estrellado en el suelo.

Frente a estos hechos, podríamos pensar que el análisis principal debería basarse en términos geopolíticos. Hablar de las consecuencias de que aviones norteamericanos sobrevuelen un país enemigo, sobre todo en un contexto de pre-guerra, más aun sabiendo que el avión era un avión espía, por lo que su función principal es reunir información necesaria para la creación de estrategias militares.

También podríamos plantear un análisis desde el conflicto creciente entre Rusia y Estados Unidos en la región, sobre todo después de la derrota de un aliado como Kadafi en Libia y el interés de la OTAN de intervenir en Siria, país en el cual se sitúa la única base marítima de Rusia en el Mediterráneo.

Otro punto en el cual podríamos enfocar nuestro análisis es la capacidad de un país atrasado tecnológicamente de obtener una victoria frente la primera potencia militar mundial. Sin duda los balances geopolíticos han sido modificados por la captura del RQ-170, incluso si lo redujéramos a la capacidad de poder estudiar un avión de ultima generación norteamericano, descubriendo sus características secretas como por ejemplo las aleaciones de metales usados, y de compartir dicha información con Rusia y China, dispuestos a realizar acuerdos a niveles económicos, políticos y militares para tener acceso al avión. Pero la captura del drone es un punto decisivo para poder entender los cambios profundos que están afectando los conflictos armados, donde el enfoque se traslada de la tenencia de armas de destrucción convencionales a tener armas comunicacionales más aptas a este Cuarto Frente donde la Guerra es Electrónica (sistemas radares), Satelital y Cibernética.

Irán habría estado por segunda vez en el centro del desarrollo de la guerra cibernética. En 2010, el ataque del virus Stuxnet logro destruir 1000 centrifugas de instalaciones nucleares, demostrando que los ataques virtuales tienen la capacidad destructiva de los misiles. Ahora en 2011, habrían tomado el control de un avión no tripulado dándole la orden de aterrizar en una base iraní. Lo que significaría que en la guerra moderna, donde las armas son controladas a distancia, el dueño del arma puede ser suplantado, entregando todo su poder destructivo a un nuevo propietario.

La operación iraní se habría realizado en tres etapas, cada una con un alto nivel de dificultad, pero es avalada indirectamente por los expertos norteamericanos que, lejos de negar la posibilidad de dicha acción, solo dudan de la capacidad iraní de realizarla. Por eso algunos expertos piensan que Irán fue apoyado en su ataque cibernético por Rusia o China.

El primer paso fue detectar el drone, hecho que es en sí una victoria iraní pues los sistemas de radar iraníes no deberían ser capaces de detectar un avión furtivo de última generación. El segundo, fue interferir las comunicaciones con el sistema satelital GPS para que el avión cambiara al sistema de piloto automático. El último paso consistió en ingresar en el sistema computacional del drone, a través de un ataque informático, los datos de una base iraní para que el avión aterrizara automáticamente. Si este fue el procedimiento realizado, entonces Irán ha tenido una victoria crucial frente a Estados Unidos logrando vencerlos en la Guerra Electrónica, Satelital y Cibernética, los tres aspectos fundamentales para entender la Guerra del Cuarto Frente.

En la Guerra del Cuarto Frente las relaciones de poder ya no se basan en la cantidad de armamento convencional sino en la capacidad de los ejércitos en el control de la Información. Esta superioridad de la Imagen sobre la Realidad va debilitando el concepto de propiedad. En la Guerra Moderna donde gran parte del armamento de última generación es dirigido a distancia gracias a los sistemas satelitales (como GPS), la propiedad sobre el armamento se basa únicamente en una señal radio transmitida instantáneamente de un punto al otro del planeta. Con el desarrollo de la guerra cibernética sabemos que los sistemas informáticos pueden ser secuestrados y ser usado a favor de sus nuevos “dueños”. Por lo tanto, si el secuestro del RQ-170 fue realmente un ataque de hackers entonces podemos decir que las armas de última generación ya no tienen dueño permanente, solo propietarios efímeros mientras ningún otro grupo logre hacerse con su control. Nos vemos enfrentados por lo tanto a un vuelco revolucionario, a partir de ahora la construcción de armamentos será puesta a disposición de cualquier ejército del mundo. Debemos plantearnos la posibilidad de que un país inferior militarmente en armas convencionales, como Irán o Corea del Norte, pero con un alto desarrollo en las armas de la guerra cibernética pueda tomar el control no solo de un avión drone espía de otro país sino de un misil de ultima generación y, por qué no, de un misil nuclear.

2 comentarios:

  1. concuerdo totalmente en que la informacion es un arma muy importante por estos tiempos, tanto en el control de armas satelitales, como en el caso del drone; y tambien en el caso de los medios de (des)informacion masivos.. los medios pueden hacer que se vea limpio un asunto que en realidad es muy turbio y sucio. Eso de que el control de las armas ahora es efimero me recuerda un juego de pc (age of empires) donde los soldados y armas enemigos podian pasar a tu bando cuando un monje los conviertia a tu religion... es basicamente lo mismo.. saludos y gracias por tus analisis, son muy buenos

    miced

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    1. Muy buena analogía con Age of Empires, es exactamente lo que puede suceder en la Guerra Cibernetica, tomar el control del armamento enemigo.
      Lo interesante con la Guerra de la Informacion es que todo se basa en el engaño, en transformar informacion falsa en realidad. No solamente sucede en la guerra tambien pasa con los medios de comunicaciones y con los mercado financieros.

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